De pie en la Glorieta de los desaparecidos, María Herrera Magdaleno, doña «Mary», empresaria de Michoacán de 74 años de edad y buscadora desde 2008 de cuatro de sus hijos secuestrados en Guerrero, dijo que tiene poca fe: «Perdí ya la confianza en el PRI, perdí la confianza en el PAN, perdí la confianza en Morena, que era nuestra salvación», señaló y luego pidió piedad a los criminales.
Doña Mary cerró la conferencia de prensa de familiares de desaparecidos. Se anunció la unión de más de 300 familias y 250 colectivos de México y Centroamérica para la «Jornada Nacional de Búsqueda Humanitaria en México», el 19 y 20 de abril en todo el País, y la marcha el 10 de mayo.
La michoacana estaba acompañada por dos de sus hijos, Miguel Ángel y Juan Carlos, a quienes logró salvar cuando también iban a ser secuestrados.
«Hoy, precisamente, hace 15 años, que desaparecieron a mi hermana Vicente Rojo Martínez, el 21 de marzo de 2009, con 11 personas en Piedras Negras, Coahuila, y lo único que nosotros queremos es que el Gobierno haga algo para buscarlos», dijo Mitzia Jacely.
Los colectivos, apostados en la antigua Glorieta de la Palma, en Paseo de la Reforma, acusaron que el aumento de las desapariciones se explica por la tolerancia y la complicidad de los gobiernos y porque los criminales saben que los delitos se pueden cometer sin mayores consecuencias.
Exigieron la búsqueda de más de 112 mil personas, justicia, verdad y garantías de no repetición, identificación de todos los cuerpos y restos recuperados en fosas comunes, así como un mejor Poder Judicial, Poder Legislativo y Poder Ejecutivo, y no impunidad. Y sobre todo, marcaron su distancia tanto de las «calumnias» del Presidente como del uso de los partidos para hacerse campaña.
«Les decimos que no permitiremos que nos utilicen como botín político, que no permitiremos que intenten deslegitimar nuestra lucha diciendo que somos manipuladas por intereses con la intención de golpear al Gobierno. Exigimos la búsqueda de más de 112 mil personas desaparecidas. Ya basta de mantener la política de seguir desapareciendo a los desaparecidos», pidieron en un comunicado que leyeron varios familiares.
«¡Hija, escucha, tu madre está en la lucha!», coreaban otros más con las fotos de sus hijos estampadas en la ropa, pero también: «hijo», «hermano», «tío», «hermana» y «esposo».
Entre fotografías de desaparecidos regadas en el pavimento, doña Mary, cuyos hijos Raúl, Jesús, Gustavo y Luis Armando Trujillo Herrero, empresarios del oro, fueron secuestrados en Guerrero y Veracruz, en 2008 y 2010, aseguró que ya sólo esperan que se termine el sexenio de López Obrador.
El Presidente dijo por la mañana que se ha negado a reunirse con la madre buscadora Cecilia Flores, quien lo fue a buscar vestida de beisbolista, el deporte favorito del Presidente, porque acudió al Rey de España, con quien no tiene buena relación.
«Qué tontera, ¿no?, qué falta de criterio», dijo doña Mary.
«Pero te voy a decir algo. Yo no veo nada, ni las mañaneras ni nada. Cuando las veo me duele el estómago. Nada más de escucharlo, la sarta de mentiras que dice, me duele el estómago. Y no me gusta ni escucharlo, menos me gustaría ya verlo».
A pesar de todo, recordó que le tuvo confianza cuando era candidato. Todavía cuando iniciaba su Gobierno, recuerda que se reunieron con la Secretaria de Gobernación, entonces Olga Sánchez Cordero, quien «les dio los pretextos de siempre»: el neoliberalismo, tantos años de malos gobiernos, un país en ruinas
«Nos dijo ‘tengan en cuenta que estamos recibiendo un País deshecho y vamos a iniciar de ceros’. Y le dije ‘no, señora, si ustedes de verdad quieren trabajar, no van a iniciar de ceros. Nosotros ya tenemos un camino recorrido, tenemos muchas acciones que ustedes pueden fortalecer para que no inicien de ceros. Se necesita voluntad. Pero aquí lo que faltó, tanto del Presidente como de toda su comitiva, fue voluntad, porque muy lejos de aminorar la situación, se agravó la situación», señaló.
Doña Mary, quien fue recibida el 23 de junio de 2011 por el Presidente Felipe Calderón y por el Papa Francisco en 2022, reconoció que su ruego a los criminales se parece a las advertencias de López Obrador de que si no se portan bien, los acusará con sus mamás. Pero aclaró que en su caso, es un acto de desesperación ante la falta de respuesta del Mandatario federal.
«Hazme el favor. Es como si yo dijera que le voy a acusar a él con su mamá porque no ha cumplido, porque no ha cumplido lo que representa. No ha hecho nada con su representatividad. ¿Lo voy a acusar con su mamá? ¡No! Le voy a exigir a él que cumpla y si me llama de frente se lo digo: Cumpla».
