No comparto la idea de que la CDMX se haya vuelto conservadora, continúa siendo la población con mayor nivel de conciencia cívica

En la CDMX, en promedio, las encuestas dan una ventaja a Clara Brugada de más de 10 puntos porcentuales respecto a Santiago Taboada; los resultados de la elección de 2021 expresan una correlación de fuerzas más equilibrada; mientras, que Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la capital se volvió conservadora.

A manera de hipótesis digamos que el 2 de junio,  la capital está en disputa. En este escenario, Clara Brugada tiene al alcance de la mano dos personajes que podrían asegurarle el triunfo electoral y un acercamiento importante con sectores de la clase media: Marcelo Ebrard y Omar García Harfuch.

Como sabemos, Ebrard fue Jefe de Gobierno, secretario de Relaciones Exteriores y aspirante presidencial de Morena. Será senador de la República. Además, es el cuadro morenista con mejor percepción entre la clase media. Lo recuerdan como un gobernante progresista, pero no radical, una persona que dialoga y construye acuerdos, que sabe cómo hablarles a los sectores opositores al obradorismo. No eran pocos los clasemedieros que decían, en público o en privado, que, si Marcelo era el candidato, votarían por Morena. 

Harfuch fue Secretario de Seguridad de Claudia Sheinbaum y ganó la encuesta de Morena en la CDMX; también será senador. Dejó buena impresión al frente de la seguridad capitalina, además tiene buena imagen, es joven, vive en las Lomas, genera empatía entre la clase media alta.

Desde hace unos días, Ebrard y Harfuch iniciaron una gira en medios de comunicación. Necesitan incrementarla y ser más enfáticos en la capital y en la clase media, en esos sectores que en seis años se formaron una coraza aislante a Morena y al propio AMLO.

En la recta final de la campaña, Ana María Lomelí y Olivia Salomón, enlaces de Sheinbaum con los empresarios, harían bien al sentar a Ebrard y a Harfuch, juntos o separados, con los principales representantes de los grupos empresariales capitalinos.

Importante reunirlos con las mujeres clasemedieras y llevarlos a sus espacios de reunión y convivencia. Sentarse, conversar, escuchar, a hijas, madres, profesionistas, empresarias, emprendedoras, porque buena parte de la percepción de ese sector nace y se reproduce en los chats de sus móviles, en comidas o cenas, en cafés, en reuniones, gimnasios y fiestas. Los resultados no se traducen necesariamente en votos; sí, en legitimidad  y percepción.

No comparto la idea de que la CDMX se haya vuelto conservadora, continúa siendo la población con mayor nivel de conciencia cívica, pero nunca ha sido incondicional de nadie. Desde 2021, López Obrador renunció a reconstruir su relación con las clases medias.

Sheinbaum y principalmente, Brugada necesitan recomponer esta relación para ganar y tener un gobierno exitoso. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

La política es de bronce.

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO

ANALISTA POLÍTICO

@ONELORTIZ